¡Hola, hola! Os traigo una entrevista increíblemente interesante. Posiblemente, si estáis dentro de grupos educativos en Facebook conozcáis de sobra al gran Luis Anes. Hoy hablamos con este gran maestro de corazón con muchísimo sentido del humor y muy implicado con los estudiantes, sus familias y la educación. No dejéis de leerla hasta el final porque no tiene ningún desperdicio. ¡Espero que os guste, queridos maestros! (Y a los que no lo sois también :D)
Entrevista a Luis Anes, un maestro de corazón con muchas cosas que decir
1. Lo primero de todo, Luis, muchas gracias por acceder a contestar unas preguntas sobre educación para el blog. Personalmente, me ha hecho mucha ilusión. Lo tuyo es vocación auténtica, ¿cuándo supiste que querías dedicarte a la enseñanza?
Luis Anes:
Hola Mel, gracias a ti. Me siento honrado porque me consideres merecedor de participar en tu blog.
Si entendemos vocación como la inclinación o interés que una persona siente en su interior para dedicarse a una determinada forma de vida o trabajo. Pues eso… La vocación no entiende de grados, se tiene o no. Y no me imagino en mi vida siendo otra cosa más que maestro.
Soy maestro en la Educación Primaria desde los últimos once años. En mi familia, de un modo u otro hay dos generaciones familiares relacionadas con la docencia. Mi hermano es maestro, mi cuñada, tengo tíos y tías, primas… ¡incluso mi mujer es maestra! No es el caso de mis padres, pero sí me enseñaron a ser buena persona, íntegro, respetuoso y honrado. Me enseñaron del valor del esfuerzo y del poder de la Educación para guiar por el camino correcto dentro de realidades y entornos no demasiado favorables para ello.
Si bien en mis primeras reflexiones sobre mi futuro laboral habían más opciones como estudiar periodismo o las artes escénicas como actor, de hecho algunas experiencias tuve en ambas; acabé decantándome por ser maestro, o más bien “ser maestro” se decantó por mí.
Decidí ser docente porque creo que podemos cambiar el mundo en un lugar mejor para vivir. Estoy tratando de ayudar a que mi escuela sea un lugar de felicidad. El lugar principal para el proceso de enseñanza-aprendizaje no está en la mente… ¡sino en los corazones! Para que los niños y niñas aprendan es necesario que amen ir a la escuela, que les encante aprender, deseen mejorar sus propias experiencias de vida. Y obviamente… ¡es necesario que les gusten sus maestros! Los príncipes y princesas de hoy, serán los reyes y reinas del mañana. ¡Quiero niños y niñas felices!
2. Seguro que no te sorprende que te diga que el sistema educativo español está obsoleto y se le tiene que hacer un lavado de cara profundo. ¿Qué aspectos cambiarías tú?
Luis Anes:
Vivimos un momento importante en la enseñanza, un momento en el cual deberíamos hablar, no de evolución, sino de revolución del sistema educativo. Por un lado, debemos invertir en Educación, invertir en los niños… Tenemos frente a nosotros una operación que salve una vida, un libro maravilloso, un nuevo planeta descubierto, una pintura que toque el alma… un mundo mejor.
Qué importante es la Educación y qué responsabilidad y relevancia tiene la labor docente. Es necesario invertir en ella, no sólo recursos económicos y materiales sino también prestigiar en proporción a lo que produce. Es decir, reconocimiento.
Fuera del aula debemos reclamar una Educación de calidad, con recursos humanos, materiales, económicos… Un cambio de paradigma, de metodología, de organización… ¡Cuántas veces he reclamado que un cambio es necesario! El potencial que tiene la enseñanza para crear un mundo mejor debe ser aprovechado. Pero siempre recuerdo, que si el cambio no llega desde arriba, debemos propiciarlo desde abajo. Obviamente más difícil, pero la creatividad e imaginación son dos de los superpoderes que todo docente tiene. Si reclamamos constantemente la creatividad en el alumnado, ¿cómo no vamos a tenerla los docentes?
Lo primero, creado por y para todos. Independientemente del color político, la Educación está por encima de la política. Si no lo está, es que está siendo utilizada. Siempre habrá puntos de discordia pero, si a los niños les pedimos que lleguen a acuerdos, que en ocasiones tienen que ceder en algo para ganar todos… ¿cómo no vamos a pedírselo a los adultos? No estamos perdiendo cuatro años con cada cambio tras unas elecciones, estamos influenciando en muchísimos años de esa generación que vive su edad escolar entre cambio y cambio.
Estoy seguro que, si me dejaran con representantes de cada partido, nos metemos en la clase todos junto a mis alumnos y empezamos a hablar sobre educación… saldríamos con un pacto de mínimos claro, adaptado a las necesidades del alumnado y en concordancia con lo que el mundo necesita. ¿Acaso es que han perdido la conexión con la pureza, sencillez y coherencia que teníamos cuando éramos niños? Quizás cuando ellos la recuperaran. Lo necesitamos.
Por otro lado, reducir la tremenda carga burocrática y administrativa de los docentes. Conseguiríamos un tiempo precioso para dedicarlo a ampliar la preparación de las clases, investigar, formarnos… Otro punto destacable, en referencia al abandono escolar, es el de los sistemas de evaluación. Desmitificar los exámenes o pruebas escritas. No digo quitarlos, pero hay muchos más recursos. No es incompatible con el valor y reconocimiento al esfuerzo.
Y por último, quienes forman a los futuros docentes deben tener la experiencia de un aula. A menudo hablamos de cambios en el sistema educativo, pero olvidamos la formación de magníficos estudiantes de magisterio, cargados de vocación… pero que se encuentran una formación alejada en muchas ocasiones de la realidad del aula. No basta con un período de prácticas. Los mejores en su profesión son quienes deben formar a las siguientes promociones. Es la mejor y más eficaz medida de mejorar, pues si con semillas de trigo haces pan comerás unos días, pero si las siembras, tendrás cosechas para siempre.
Y las características de unos buenos líderes educativos irían por las mismas cualidades del docente. Al fin y al cabo, una clase es una sociedad. Eso sí, vuelvo a recaltar. Debe ser alguien que haya entrado en un aula, de lo contrario su punto de vista seguramente estaría alejado de la realidad.
En mi aula, me gustaría que todos los niños y niñas fuesen felices
3. Últimamente, ha habido un revuelo increíble por las redes sociales acerca de la importancia de la actitud del maestro a la hora del proceso de aprendizaje de los estudiantes. ¿Crees que dicha actitud docente influye en la adquisición de conocimientos en clase?
Luis Anes:
Más que una actitud como docente, diría una actitud ante la vida. Destacaría tres: apertura, estar dispuestos a aprender y ligado a la humildad; respeto, por cuantos te rodean, tu trabajo y tu entorno; y poner tu corazón, encarar todo en la vida con la tranquilidad de haber dado lo mejor de ti.
De este modo, cuando estás frente a tus alumnos, debes mostrar toda la creatividad y optimismo de lo mucho que se puede hacer, no comenzar a enumerar lo que no se puede y sería perfecto en una idílica realidad alternativa. Estás frente a ellos con una realidad concreta (unos recursos, un espacio, unas circunstancias…). Mientras intentas cambiarlo fuera, el alumnado no puede esperar a ese cambio, sino que debemos sacar el máximo rendimiento de lo que tenemos.
La motivación proviene de las emociones, recurramos a ellas. Como en todos los ámbitos de la vida, hay personas con una forma de ser u otra, un carácter concreto, unas circunstancias y momentos de vida particulares… pero cuando cruzamos las puertas del colegio no podemos permitirnos entrar de otra forma que no sea con alegría.
Los primeros que merecen una sonrisa, y a los que debes transmitir ese entusiasmo, son tus alumnos. ¿Cómo queremos que estén motivados los alumnos si tú cómo docente no lo estás? Somos ejemplo con nuestros actos pero también contagiamos nuestras emociones. Ni decir tiene que si queremos que los niños y niñas tengan ganas de aprender, debemos llegar con ganas de trabajar y enseñar (igualmente aprender de ellos).
La innovación, el cambio para la mejora, comienza en la actitud del docente. La actitud que tengamos como docentes es el punto de partida hacia cualquier tipo de innovación. Una clase es una microsociedad en constante cambio, en la que surgen necesidades y ante las cuales debemos aportar soluciones, no excusas. Tenemos una responsabilidad respecto a nuestros alumnos, si queremos cambiar el rumbo de algo en la clase, somos el capitán en cuyas manos está el timón del barco. Escuchar al alumno, dotarles de protagonismo, trabajar el aspecto emocional como favorecedor del aprendizaje, clases vivenciales y prácticas…
Un maestro debe ser siempre optimista, constructivo y resiliente. Especial mención hacia las dificultades de aprendizaje que presente un niño o niña. «Con este niño no hay forma…», «no trabaja nada», «no presta atención», «es que la realidad que tiene en su casa…», «es que… es que… es que…». Una evaluación del estudiante no puede quedarse jamás en el problema. ¡JAMÁS!!! ¿Qué vamos a hacer? Ante esto, ¿cómo podemos mejorar? ¡¡DEMOS SOLUCIONES!!
4. ¿Qué opinas de la tutorías en los centros educativos?
Luis Anes:
¡Qué necesario es recapacitar sobre el sistema de enseñanza! Con tantos cambios de áreas, de distintos especialistas… se reduce muchísimo el tiempo del tutor con su grupo de alumnos. Ahora bien, ante las dificultades busquemos soluciones. Por lo tanto, es muy necesario ampliar la comunicación compensando la reducción del tiempo en el que vamos a estar juntos.
De este modo, aumenta aún más, la gran importancia que de por sí ya tienen la acción tutorial y las asambleas. Posiblemente, y personalmente, más importantes que las distintas áreas. 15 minutos iniciales cada comienzo del día (y más, si fuese necesario) así como sesiones de tutoría. El objetivo principal es que los alumnos y el maestro analicen, reflexionen y debatan acerca de todo tipo de temas vinculados con la convivencia y las actividades escolares.
Dialogar y debatir comunicando sus propias opiniones y emociones. Respetar las distintas opiniones buscando en la medida de lo posible el consenso a través de la argumentación de las mismas. Abrir el aula a temas del mundo en el que vivimos.
Como docentes debemos escuchar la voz del alumno. Las asambleas y tutorías, dentro de esta vorágine de cambios de asignaturas, entradas y salidas de maestros… deben servir para calmar, desacelerar y reflexionar sobre la convivencia en el aula. Al mismo tiempo, debemos conectar la temática a trabajar con los intereses y necesidades de los alumnos además de una conexión lógica de las actividades. Y finalmente, concienciar a los alumnos de que tienen responsabilidad en el desarrollo de su vida en el colegio.
Posiblemente, los mejores momentos de la semana y cuando más se aprende para la vida. Y no olvidemos que esta comunicación se da a lo largo de toda la jornada y distintas asignaturas.
La educación debería estar por encima de la política
5. En los vídeos de dinámicas que subes a la red, vemos que los estudiantes se lo pasan en grande y se ríen además de aprender cosas increíblemente importantes. ¿El humor y la diversión son claves para el éxito docente?
Luis Anes:
La diversión y el aprendizaje no son opuestos, sino complementarios. Consigue que se divierta y no tendrás que conseguir que aprenda. Más allá de que el currículo demande unos contenidos que pueden ser de mayor o menor interés para nuestros alumnos, cierto es que siempre pueden presentarse de una forma más atractiva y motivadora. Es ahí, donde se puede recurrir a la diversión como atractivo de cualquier contenido. No garantizará el aprendizaje pero sí lo facilitará. ¡Una autopista para el aprendizaje de los más pequeños!
El empleo del humor es muy útil. La risa es muy contagiosa y una forma sencilla de generar situaciones emocionales positivas. ¡El alumno que es feliz en el aula aprende mejor! La neurociencia también lo está demostrando con muchísimos estudios. Ahora bien, me tomo muy en serio mi trabajo y le doto del rigor necesario, es del todo compatible y también debemos mostrar eso a la sociedad.
Cada vez es más evidente que una jornada escolar no puede terminar sin haber pasado por la diversión y buenas dosis de humor. Si al final de una jornada te sobran cinco minutos y no sabes qué hacer… ¡haz que se rían!
6. Creatividad e imaginación, ¿fundamentales para que se de un adecuado aprendizaje y desarrollo?
Luis Anes:
No ates las manos de la creatividad, la curiosidad y la imaginación a los niños. Aprovecha el don natural de la innovación.
La curiosidad viste a la memorización de un halo de libre elección y necesidad propia de aprendizaje. Si consigues generar curiosidad, estás aumentando la motivación del alumnado, la necesidad propia por conocer las respuestas… algo que es innato en los niños, ¡aprovechémoslo! Además, esos contenidos se relacionan con la realidad cercana al alumno lo que facilita que esos aprendizajes formen parte de su memoria.
7. ¿Es el estudiante quién se tiene que adaptar al maestro o al revés?
Luis Anes:
Realmente se trata de una adaptación mutua, aunque lo llamaría mejor “conocimiento mutuo”. La mejor forma de adaptarse a las necesidades individuales de cada alumno, es permitirles crecer como individuos creativos. No veas dificultades, descubre oportunidades. Cuanto más conozcas a tus alumnos, mejor sabrás qué tipo de adaptación necesita cada uno de ellos. Pero, igualmente importante, debes permitir que tus alumnos te conozcan. El respeto hacia la figura del maestro no significa estar distanciados por un pedestal, sino que es en la cercanía de convivir cada día como mejor funcionará el equipo que formamos todos.
Los niños y niñas necesitan sentir que se tiene fe en ellos, pero además, el maestro debe conseguir que sus alumnos tengan fe en lo que se les pide. ¡Somos parte del mismo equipo! La mejor forma de ser significativo para tus alumnos, es ser parte de sus momentos significativos.
El alumno como protagonista de su aprendizaje, como ser social y, por lo tanto, favoreciendo el trabajo cooperativo. El aula se debe convertir en un espacio democrático y de participación activa del alumnado y con toma de responsabilidades. El aula debe alejarse de una dictadura del maestro y un monopolio con el docente como aglutinador de funciones. Bajo su supervisión, es posible ir otorgando mayor autonomía y decisión al niño y niña. Deben sentirse integrantes del grupo, pero también parte activa de su dinámica.
Quien enseña aprende, quien aprende enseña.
8. ¿Qué opinas de que la educación emocional se esté incluyendo en las aulas?
Luis Anes:
Día a día, recalco la importancia de la educación emocional, debato, hablo, escucho… Debemos prestar atención a que entre las asignaturas, hay elementos que unen Enseñanza y Educación, como parte de la formación integral que todo colegio debe ofrecer. En esa formación intervenimos desde el primer al último elemento de la comunidad.
Un niño con una alta autoestima le protegerá frente a los desafíos de la vida. Al sentirse bien con ellos mismos son capaces de manejar mejor los conflictos y de resistir a las presiones negativas. Suelen sonreír con mayor facilidad y a disfrutar de la vida. Estos niños son realistas y, por lo general, optimistas.
Se trata de aprender por encima de una calificación. En ese aprendizaje tiene gran importancia la resiliencia, afrontando las dificultades como un reto a superarse a sí mismo, sin competir con nadie más. Una mejora personal constante. La enseñanza y aprendizaje es algo lindo para estropearlo con miedos y angustias. Y si aparecen, trabajar en superarlos.
Los niños y niñas necesitan saber que tenemos fe en ellos
9. Aquí viene la pregunta del millón: ¿deberes sí o no?
Luis Anes:
Sobre los deberes o tareas para casa, podría empezar por un dato empírico y objetivo para no hacerlo sólo por un juicio de valor. Tardo el mismo tiempo en repasar al día siguiente lo enseñado en la clase anterior, que en corregir las actividades mandadas como deberes, con la diferencia de que los niños llegan más descansados, con mejor actitud y con más ganas de aprender que si le hemos tenido toda la tarde con lo mismo que en la mañana de cole.
Si pasan la mitad del día en el colegio (por no hablar de aquellos que tienen aula matinal, comedor, extraescolares…). ¿Cuándo descansan? Pero como digo, siempre hay matices, que como maestros debemos saber aprovechar. Si llevamos el placer por aprender a los alumnos, posiblemente tengan ganas de dedicar un ratito de su tiempo a investigar sobre un tema de tutoría que le impactó, a disfrutar con su familia creando una maqueta para Ciencias, a leer un ratito echado en el sofá después de almorzar… Ahí radica la magia de la Educación.
Despertar el amor por aprender. Todo lo demás, es pura obligación. Y el niño tiene derecho a utilizar su tiempo libre. Si queremos fomentar la creatividad en los niños, dejémosles tiempo para aburrirse por las tardes. El niño que tiene tiempo para sí mismo, desarrolla su creatividad completando su tiempo libre. Hablo como maestro. También están los padres. Y tanto hacia una dirección como hacia otra, debemos entendernos en un punto común. NIÑOS FELICES. Ahí caben la responsabilidad, la distribución del tiempo, el orden de cada momento, etc.
10. Enseñar a pensar y a ser personas, ¿“asignaturas” pendientes en las aulas?
Luis Anes:
Si queremos hacerles protagonistas de la educación… ¿cómo no vamos a contar con ellos? Se debe escuchar a los alumnos, yo lo hago cada día y aprendo muchísimo de ellos. Busquemos alumnos comprometidos y participativos en la sociedad, más aún en su propia educación. No sólo son importantes por quienes serán en el futuro, sino por quienes son en el presente. Despertar un espíritu crítico y emprendedor que favorecerá su éxito como persona. Estar preparado para la vida no es sólo aprender a leer, sumar y restar. Necesitamos buenas personas.
11. Hablemos de familias y escuelas. ¿Qué harías tú para que los padres participaran más en la comunidad educativa?
Luis Anes:
No sólo los docentes conocemos el mundo de la enseñanza. Las familias son partícipes de ella y deben tener voz en el camino de cambio. Personalmente, no estoy de acuerdo con la tan repetida frase “en el colegio se enseña, en la casa se educa”. Si queremos hacer partícipes a las familias en la enseñanza de sus hijos, cómo no vamos a formar los docentes parte de su educación si algunos niños pasan más de la mitad del día en el colegio. Además, recuerdo la importancia de las emociones en el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Debemos abrir las puertas y ventanas de nuestro aula, derribar sus muros. Mostremos lo mucho y bueno que se hace en nuestras clases. Además, la escuela debe ser una parte activa de la sociedad y ahí deben estar las familias. Una relación fluida con las familias, permitirles ser parte activa de las actividades que se realizan en el centro, compartir la responsabilidad mutua respecto a la formación de sus hijos… y además, escucharles. El niño debe sentir que el circuito entre la familia y la escuela es fluido, pues vive en ambas.
El aprendizaje es algo lindo para estropearlo con miedos y angustia
12. ¿A qué crees que es debido que los índices de acoso escolar en España sean tan altos?
Luis Anes:
No sé cuál es la escala o porcentaje de acoso escolar en España, pero sí es una realidad que está presente en muchos colegios. Podemos estar hablando de sus causas como consecuencias de errores. Entre ellos, dejar las emociones fuera del aula, no tener una relación cercana con las familias, no concebir al alumno como un ser social… Hoy, afortunadamente, se están subsanando esos errores. Pero siempre se debe estar alerta, se debe trabajar cada día. Combatir el “Bullying” no sólo implica al agresor y la víctima, sino a todo el grupo que les rodea. Se trata de crear conciencia en todos y todas. Un ambiente de integración, respeto, paz y amor.
13. ¿Aprobar un examen significa aprender?
Luis Anes:
Sin perder de vista que es una herramienta dentro de la evaluación, es necesario desmitificarlos. En mis clases se dan los exámenes plegados y en secreto, es necesario suprimir ese estrés provocado. Ya no verlo como “examen” sino como un ejercicio más entre otros. El alumno debe ser consciente de su propio aprendizaje, con sus logros y necesidades de mejora, pero no juzgado por el resultado de un examen.
Además insisto en que, ya no sólo las familias sean conscientes de ello, sino que los alumnos y alumnas vean que el proceso de evaluación va más allá de una prueba escrita, que lo vean como un conjunto integrado por muchos aspectos (aunque no me gusta mucho cuantificarlo todo en números, hasta en claros porcentajes de valoración los hemos presentado), al mismo tiempo que algo continuo y secuencial, no aislado en las fechas de cada prueba. A menudo, dejo que incluso vean mis anotaciones en el diario de clase o libro de registros, que vean que hay un puente bajo sus pies cada vez que saltan al precipicio de lo desconocido.
Aprender debe ser volar hacia nubes de nuevos aprendizajes, no caer a las profundidades temerosas del fracaso. Sin olvidar que el esfuerzo debe premiarse incluso por encima del resultado, y a pesar del peso colgado en los tobillos como son los «criterios de evaluación y promoción» con los que los maestros debemos lidiar, cambiándolos en escalones desde los que impulsarse al siguiente nivel, y no como listones que intentar saltar por encima, no siempre con éxito.
14. ¿Por qué muchos niños olvidan lo que estudian después de una prueba?
Luis Anes:
Sin querer olvidar la necesidad del estudio, éste no debe ir ligado a una simple memorización de datos, sino encaminado a desarrollar su capacidad de hacer, de darle aplicación a cuanto aprende. ¿Para qué querrías aprender algo que jamás vas a utilizar en tu vida? El valor de la experiencia. Como docente tengo una gran premisa; si se puede hacer, mejor hacerlo antes que decirlo. Ya sea creándolo, ya sea recreándolo, experimentos… Con la experiencia comienza el aprendizaje, en la experiencia se afianza y en la experiencia se vuelca.
Además, debemos generarles curiosidad. Ésta viste a la memorización de un halo de libre elección y necesidad propia de aprendizaje. Si consigues generar curiosidad, estás aumentando la motivación del alumnado, la necesidad propia por conocer las respuestas… algo que es innato en los niños, ¡aprovechémoslo! Además, esos contenidos se relacionan con la realidad cercana al alumno lo que facilita que esos aprendizajes formen parte de su memoria.
Todo aprendizaje debería servirte para tu vida, de forma más o menos significativa, pero útil en tu experiencia vital. Todo lo demás es información, interesantísima información memorizada, pero no es aprendizaje.
El aprendizaje sólo puede llegar de la experiencia. Debemos emocionar al alumno. Como maestros debemos despertar la pasión por aprender. Todo lo demás es simplemente memorizar. Atrás deben quedar las clases obsoletas lastradas por un continuo uso del libro de texto. Atrás debe quedar la evaluación de un solo tipo de inteligencia. Debe quedarse lejos la numeración de errores, disfrutando de los aciertos. Atrás debe quedar la repetición fotocopiada, la respuesta más creativa debería ser premiada. Atrás deben quedar… Por delante un nuevo modelo, otra Educación es posible.
Hay que acostumbrar a los alumnos a arriesgar, a innovar a desarrollar su creatividad
15. ¿El aprendizaje por proyectos es realmente útil?
Luis Anes:
En un mundo donde buscamos desarrollar talentos buscando destrezas, seccionarlas en distintas áreas para después intentar unirlas parece un contrasentido antinatural. Las realidades de aprendizaje son más complejas que un mundo separado en materias. En ese aspecto, trabajar por proyectos es una experiencia más enriquecedora y natural para los niños. Cuanto más cercano esté la materia de aprendizaje respecto a la realidad para la que está aprendiendo, más efectivo será. En esa “revolución educativa” quizás deberíamos replantearnos la disposición de los contenidos y destrezas en áreas.
16. Hace unos días, por casualidad leí por las redes sociales un pequeño artículo que había escrito un estudiante en un periódico. El titular decía lo siguiente: “poco a poco, me están quitando la ilusión por aprender”. ¿Qué me dices de eso?
Luis Anes:
En un país con tasas tan altas de abandono escolar… ¿De verdad hay quien defienda seguir igual? La conciencia de esa necesidad de cambio es cada vez más palpable. Motivar a los niños y niñas para que salgan de esta zona de comodidad no es fácil. Se debe desmitificar el error y verlo como parte de su aprendizaje, evitará sus miedos porque no tengan el control de la situación.
Acostumbrar al alumno a arriesgar, a desarrollar su creatividad, a innovar… Todo con ellos mismos como protagonistas del proceso; les llevará al descubrimiento y a un nuevo aprendizaje.
Será entonces cuando sientan la magia del cambio, entre quienes eran y quienes son después. Conseguir que todo ese proceso sea una experiencia positiva, es igual de indispensable.
17. Para terminar, Luis, ¿qué les dirías a los alumnos que están estudiando ahora mismo magisterio? Muchísimas gracias por la entrevista. Ha sido todo un placer tenerte en el blog.
Luis Anes:
De consejos ya estamos colapsados, mejor ejemplos que inspiren. ¡Inspirad con vuestro ejemplo!
Mientras algunos se empeñan desde arriba y sin enterarse en cambiar la Educación y su ley, somos los docentes desde abajo quienes podemos, más allá de papeles y mareantes documentos políticos, cambiar la realidad de las aulas y colegios. Tenemos una responsabilidad y poder tremendos. Mostremos lo mucho y bueno que hacemos y podemos hacer.
Y, por encima de todo, les diría que amen este trabajo. Que lo amen tanto, que incluso duden que sea un trabajo. Ser maestro es una gran responsabilidad, pero qué hermosa responsabilidad. Otra Educación es posible, un mundo mejor es posible. ¡Está en vuestras manos!
Muchas gracias a ti, Mel. El placer ha sido mío.