¡Hola, grupo! ¿Cómo lo estáis llevando? ¡Espero que de la mejor manera posible! 🙂 Hoy toca post reflexivo y un poquito reivindicativo. Os cuento, tengo muchos conocidos que están buscando trabajo como educadores infantiles en muchísimos centros de sus comunidades, sin embargo, ninguno ha querido darles una oportunidad por no tener experiencia en escuelas infantiles.
Lo siento, si no tienes experiencia no voy a contratarte. Esta es la frase que muchos educadores reciben en correos o en entrevistas personales. Sé que el mercado laboral de la educación infantil está increíblemente pobre y que casi no hay ofertas, pero, ¿no creéis que los pocos centros que buscan nuevos profesionales deberían ser más flexibles? No digo que acepten a cualquiera, pero sí que sean más abiertos y salgan de su zona de confort alguna vez.
Un montón de educadores geniales sin oportunidades
Mel, estoy deseando ser educadora infantil y dar la mejor versión de mí misma a los niños y sus familias, pero no me contratan por no tener experiencia. No sabéis cómo me duele tener que escuchar esto. Las escuelas infantiles se están perdiendo a profesionales geniales y auténticos por no ampliar el horizonte. Se están perdiendo a gente con ilusión, emoción y pasión por la educación infantil.
La mayoría de escuelas infantiles exigen a los nuevos educadores infantiles que tengan una experiencia mínima de un año, pero, ¿si nadie les contrata cómo la van a tener? Es la pescadilla que se muerde la cola, en serio. Nadie va a tener experiencia en nada si no se le da siquiera una oportunidad para desempeñar el trabajo. Sé que en muchos sectores profesionales pasa lo mismo, y es una verdadera pena.
Las entrevistas personales… ¿para qué sirven realmente?
En muchas ocasiones, me pregunto para qué sirven realmente las entrevistas personales. Se supone que en las entrevistas se tiene que conocer un poco a las personas que optan por el puesto. ¿Por qué si hay educadores infantiles con pasión, motivación e ilusión no se les contrata por no tener experiencia? La motivación, la pasión y la ilusión por la educación infantil deberían garantizar al menos la oportunidad de desempeñar el empleo.
Está claro que tener experiencia es un plus, pero hay muchísimos educadores infantiles que no la tienen que están deseando trabajar, aprender y dar lo mejor de sí mismos para que la educación infantil sea de calidad. Desde este post, animo un montón a las escuelas infantiles que estén buscando nuevos profesionales que miren más allá de la experiencia que tengan, y que se fijen en la ilusión que transmiten los educadores infantiles entrevistados.
¿Prácticas remuneradas para ganar más experiencia?
Hay escuelas infantiles que ofrecen un contrato de prácticas para que los nuevos educadores infantiles ganen experiencia. ¿Cuál es el punto negativo de esta idea? Pues que pocos centros ofrecen prácticas remuneradas y unas buenas condiciones laborales a los profesionales. Hay casos de escuelas que solo quieren aprovecharse de las ganas de trabajar de los educadores y les da igual lo demás.
Sin embargo, también hay centros que ofrecen buenos contratos de prácticas remuneradas y dan oportunidades a los educadores infantiles que transmiten ilusión y emoción por la profesión. De esta manera, el equipo directivo del centro se da cuenta de cómo trabajan los nuevos profesionales y cómo se desenvuelven a diario en las aulas. Así, cuando pasen los meses de prueba pueden ampliar la jornada de los educadores o cambiarles el tipo de contrato.
¿Requisitos académicos muy complicados de conseguir?
Hay escuelas infantiles que para poder optar al puesto de trabajo exponen requisitos muy complicados de conseguir para los nuevos educadores infantiles. Por ejemplo, tener un nivel increíblemente alto de inglés (incluso sin ser una escuela infantil que imparta el idioma ni bilingüe) o ser especialistas en muchas pedagogías alternativas para poder aplicarlas en el aula con los niños.
Parece ser que el equipo directivo de muchas escuelas infantiles desconoce la situación de los nuevos educadores infantiles. Sí, quieren conseguir el trabajo porque adoran la educación infantil, pero no tienen el suficiente dinero para costearse maravillosos cursos de pedagogías alternativas, que en la mayoría de ocasiones son increíblemente caros. Quizás, los centros deberían modificar los requisitos y adaptarlos a los tiempos que corren, ¿no os parece?
¿Qué os ha parecido el post de hoy? ¿Creéis que el equipo directivo de las escuelas infantiles debería dar más oportunidades y ser más flexibles?