¡Hola, grupo! ¿Cómo lo estáis llevando? ¡Espero que genial! 🙂 Hoy toca hablar de pedagogías alternativas, en concreto del Método Pikler. Intentaré no enrollarme mucho con cada de uno de los aspectos e ir a lo realmente importante. Así que… ¡vamos a ponernos en marcha con el primer post de esta semana!.
Breve biografía de Emmi Pikler
¿Quién era Emmi Pikler? Emmi Pikler nació en Viena en 1902. Su madre era maestra y su padre ebanista. Vivió su infancia en Budapest, su padre era húngaro, para regresar más tarde a Viena para cursar sus estudios de medicina. En los años veinte ya existían fuertes corrientes educativas progresistas: Montessori, Freinet… Se especializó en pediatría e hizo sus prácticas en el Hospital Universitario de la misma ciudad.
En el Hospital Universitario aprendió muchísimas prácticas que ella llevaría a cabo en su vuelta a Budapest. Por ejemplo, en los exámenes pediátricos se tenía muchísimo cuidado con los niños, se les trataba con suavidad, cariño y respeto. Los niños que estaban enfermos, en función a su patología, no estaban obligados a estar todo el día en la cama, y se tenía especial cuidado con la ropa de los bebés ya que debía favorecer el movimiento libre.
Emmi hizo muchísimos avances y descubrió varios aspectos importantes sobre la motricidad global de los niños. Se esforzó por conseguir unas condiciones óptimas para que los niños se pudieran desarrollar libremente. Se inspiró de Freud, de Bowlby, de la teoría del apego, del constructivos y de la Pedagogía Montessori. De esta manera, su trabajo se centró en la necesidad de apego y la necesidad de autonomía.
Principios básicos del Método Pikler
¿Cuáles son los principios básicos del Método Pikler! Vamos a intentar explicarlos brevemente a continuación:
El respeto a la autonomía de los más pequeños
En el Método Pikler se confía y respeta a cada niño de manera individual. Se considera a los niños protagonistas de su propia evolución. Esta evolución se basa en la actividad y en la autonomía, y se confía en el aprendizaje social de los más pequeños. Partiendo de esa base de confianza, actividad y autonomía, se favorece los movimientos libres de los niños y se respeta las iniciativas que escojan en cuanto a juegos, comunicación y relaciones.
La importancia de una relación afectiva de calidad
Los adultos no intervienen de forma directa en las actividades de los niños. No ayuda a los peques si no es imprescindible, y tampoco les distrae. Por lo tanto, el Método Pikler se aleja de imponer enseñanzas, actividades, prácticas que vuelven a los más pequeños en sumisos impidiendo así que sean ellos mismos los protagonistas de sus aprendizajes.
Entonces, ¿qué rol desempeñan los adultos en el Método Pikler?
- Se encargan de favorecer un vínculo afectivo, social y emocional adecuado para que los niños puedan desarrollarse libremente.
- Es fundamental que los adultos fomenten un entorno seguro, enriquecedor y con materiales diversos para favorecer aprendizaje positivo de los más pequeños y el juego libre.
- También son muy importantes los cuidados, la comunicación y el cariño. Por ejemplo, siempre hay que tratar con cariño a los peques durante el cambio de pañal, hablarle, sonreírle…
- Respetar el ritmo individual de cada niño es clave en el Método Pikler. Por eso los adultos no tienen que forzar ni meter prisa a ningún niño.
El movimiento libre en el Método Pikler
El movimiento libre consiste en dejar que los bebés se muevan con libertad sin que un adulto intervenga. Tampoco se obliga ni se impone a los peques a que estén en una posición que no quieran estar o que no haya llegado por sí mismo. De esta manera y cómo decíamos antes, se respeta ante todo el ritmo individual de los niños y se confía plenamente en la iniciativa, aprendizaje y actividad de los niños sin forzarles en ningún momento.
¿Qué os ha parecido el post sobre El Método Pikler? ¿Conocíais algo sobre esta metodología? ¿Lo habéis aplicado alguna vez en vuestra aula de infantil? ¡Os leo en los comentarios!