¡Hola, grupo! ¿Cómo lo estáis llevando? ¡Espero que de la mejor forma posible! 🙂 Hoy volvemos con una entrada para crear reflexión sobre el ámbito de la educación infantil y de las condiciones de muchos educadores infantiles de corazón. Quizás la mayor parte de la sociedad no sepan cuál es el la auténtica realidad que viven día a día estos profesionales de la educación, así que… ¡vamos a dejar constancia de ello!
Hace unos días, una amiga íntima me comentaba que gracias al sueldo de su pareja puede respirar un poquito tranquila cada mes. Explicaba que con lo que gana (948 euros justos) le hubiera sido imposible alquilar un piso, pagar las facturas y comprar comidas por sí misma. Se siente desmotivada y desilusionada porque su profesión no esté reconocida económicamente todo lo que se merece.
Hay muchísimos educadores infantiles en la misma situación que mi amiga. Educadores infantiles que quieren vivir solos, pero los números no les cuadran a fin de mes. Profesionales de corazón muy importantes y necesarios en la etapa 0-3 años que ni siquiera son mileuristas. Mucha gente dice que la educación infantil es la etapa más importante del sistema educativo, entonces, ¿por qué se valora tan poco a los trabajadores?
Los educadores infantiles no son invisibles
Los profesionales del 0-3 años no son invisibles, y su trabajo es fundamental para muchísimas familias. Es cierto que la educación infantil no es una etapa obligatoria, pero eso no significa que no sea importante para el desarrollo de los niños. En las escuelas infantiles se aprende, se educa en valores, se convive y los peques viven experiencias únicas cada día a través del juego y dinámicas divertidas.
Un convenio antiguo que no se adapta a la realidad
Desgraciadamente, para muchas personas los educadores infantiles no hacen nada mientras trabajan, y parece ser que los que redactaron el convenio también piensan así. Con la subida de septiembre del 2020, los educadores infantiles pasan a cobrar 948 euros mensuales, pero ese sueldo no se adapta ni por asomo a las responsabilidades que tienen cada día los profesionales del 0-3 años. No estaría de más que alguien lo actualizara a la realidad.
Pero, ¿a qué se dedican los educadores infantiles?
Los educadores infantiles no solo se dedican a pintar, cantar, jugar y a tirarse por el suelo con los peques. Los profesionales del 0-3 años programan, elaboran y llevan a cabo dinámicas y actividades adaptadas a los niños de su aula. También son los encargados del bienestar y la seguridad de los peques, y por su puesto apoyan a las familias que lo necesitan en temas de crianza y educación. En este enlace os dejo las funciones de estos profesionales.
Impotencia, frustración, decepción y desmotivación
Mucha gente no tiene ni idea de cómo se sienten los educadores infantiles y juzgan sin conocer la realidad. La mayoría de estos profesionales están frustrados, decepcionados y desmotivados. Se han formado para desempeñar un trabajo importante, tienen vocación, pasión e ilusión por la infancia, sin embargo, su sueldo es muchísimo inferior a otros empleos que quizás no requiera unos estudios avanzados.
La auténtica realidad de la educación infantil
Los educadores infantiles de corazón dan la mejor versión de sí mismos a niños y familias. Les llenan de cariño, abrazos, gestos de cariño y apoyo, pero la educación infantil en nuestro país no solo es eso, por desgracia. También hay profesionales muy desmotivados, desilusionados y que van perdiendo la esperanza de que el ámbito educativo en el trabajo mejore de una vez por todas.
¿Podemos hacer algo para ayudarles? Por supuesto que sí: visibilizar más la educación infantil, respetar a los educadores infantiles de la misma manera que a cualquier docente de etapas más avanzadas, y luchar con ellos para conseguir por fin una educación infantil de calidad para niños, familias y educadores infantiles. Porque sí, el 0-3 es una etapa preciosa, pero no solo con la vocación se llega a final de mes.