¡Hola, grupo! ¿Cómo lo estáis llevando? ¡Espero que genial! Hoy vamos a hablar de la ansiedad infantil en el aula. ¿Cómo podéis los educadores infantiles calmar a los peques de una forma empática y sensible? ¡Vamos a tratar de dar respuesta a esa pregunta! ¿Os animáis a leer la entrada hasta el final? ¡Vamos a ello!
Seguramente en vuestra trayectoria profesional hayáis notado que hay niños que están intranquilos en el aula, incluso con cierta ansiedad que acaba en malestar, disgusto y lloros. En estos casos se debería descartar cualquier tipo de castigo o gritos porque lo único que se consigue de esta manera es empeorar la situación. Y… ¿entonces? ¿cómo se puede calmar la ansiedad infantil en el aula?
Antes de daros algunos consejos, veo de vital importancia bajar las ratios. ¿Por qué digo esto? Creo que es de sentido común que con la cantidad de peques que hay en las aulas de infantil es muy complicado dar una atención personalizada a cada uno de ellos y estar presentes en los momentos que más lo necesitan. Calmar la ansiedad de un niño no es sencillo, y se requiere de tiempo, paciencia y sensibilidad.
Aun así, espero que estos tips fáciles de aplicar os resulten útiles en vuestro día a día y os ayuden a gestionar mejor los casos de ansiedad infantil que tengáis en el aula.
1. Transmitir que en el aula está a salvo
Bastantes casos de ansiedad infantil en el aula son porque los peques tienen miedo, no se sienten seguros o porque todavía no confían lo suficiente en sus compañeros o en vosotros. En estos casos el cariño y el amor son muy necesarios. Intentad abrazar al peque que se siente inseguro, transmitidle con un tono de voz tranquilo que está a salvo y seguro en clase y que vais a cuidar bien de él.
2. Contar vuestra propia experiencia
Sentir miedo, ansiedad e inseguridad es habitual ante determinadas situaciones. Os animo a que le contéis al peque que vosotros también tenéis miedo algunas veces y que no hay que sentirse mal por ello. De esta manera, el niño se sentirá más tranquilo, arropado y menos solo. Además, podéis aprovechar el momento para contarle cómo superáis vosotros el miedo para que él aprenda a gestionarlo también.
3. Evitar a toda costa la sobreprotección
CUIDADO CON ESTO. El contacto físico, el amor y el cariño es importante, pero debéis evitar a toda costa sobreproteger al niño. Por el contrario, podéis enseñarle y mostrarle que la ansiedad se puede controlar y gestionar cada día. Si sois vosotros los que hacéis todo por él no le estaréis ayudando y nunca conseguirá enfrentarse a sus miedos y a sus inseguridades por sí mismo de una manera equilibrada.
4. Crear un aula segura para las emociones
La inteligencia emocional es una de las claves para comprender la ansiedad infantil. Es muy importante que vuestra aula sea un lugar seguro y tranquilo para que los peques puedan expresar cómo se sienten sin ningún miedo ni consecuencia. En estos casos, los juegos y dinámicas enfocadas a favorecer y fomentar la educación emocional desde la infancia suelen resultar muy útiles y pueden llegar a evitar la ansiedad infantil.
5. Motivar, creer y valorar
Como os comentaba antes, hay que evitar la sobreprotección a toda costa. Para ello, es fundamental que motivéis, creáis y valoréis a los niños. Que les demostráis que confiáis en ellos y que son capaces de hacer las cosas por ellos mismos. Si los peques ven que vosotros creéis en ellos, entonces pondrán todo su esfuerzo en hacerlo lo mejor posible. Además, si lo consiguen se ponen súper contentos y se sienten súper orgullosos. ¡Cada pasito es un logro!
6. Ser siempre el mejor ejemplo a seguir
Tenéis que recordar siempre que para los peques sois su ejemplo a seguir. Muchos de ellos pasan bastantes horas con vosotros, y vuestra actitud y ejemplo es importante para que ellos aprendan a gestionar su ansiedad. Imaginaos por un momento esta situación:
A Pepito no le ha dado tiempo a ir al baño y se ha hecho pis en los pantalones. Vosotros entráis en cólera y se hace visible el enfado. ¿Resultado? No habéis gestionado la ansiedad y estáis dando un ejemplo negativo a los demás peques.
Y ahora me gustaría que imaginaseis esta otra situación.
A Pepito no le ha dado tiempo a ir al baño y se ha hecho pis en los pantalones. Vosotros le habláis tranquilamente al niño, sin ridiculizarle y diciéndole que la próxima vez intente avisarte antes. ¿Resultado? Habéis gestionado la ansiedad y estáis dando un ejemplo positivo a los peques.
Lo que os quiero decir es que sois una pieza importante para evitar la ansiedad infantil en el aula. ¡Solo tenéis que ser más conscientes de ello!
7. Trabajar con la familia de manera cercana
Es fundamental que trabajéis codo con codo con las familias en los casos de ansiedad infantil. Podéis transmitirles todo vuestro apoyo, comprensión e implicación para ayudarles. No olvidéis en ningún momento que estáis en el mismo juntos y que remáis hacia el mismo camino. Os recomiendo evitar los prejuicios y las acusaciones porque crean tensiones innecesarias y alejan de lo importante: la preocupación del bienestar de los peques.
¿Qué os ha parecido el post de hoy? ¿Habéis tenido casos de ansiedad infantil en el aula? Y si es así, ¿cómo los habéis gestionado? ¡Me encantará leer vuestros comentarios y consejos!
Y como siempre… ¡nos leemos en el próximo post!