¡Hola, grupo! ¿Cómo lo estáis llevando? ¡Espero que genial! Hoy os tengo preparada una súper sorpresa. En la entrada de hoy contamos con Bea Pérez, una maravillosa maestra de infantil que se esfuerza cada día por dar la mejor versión de sí misma en el aula. En el post nos habla de cómo podemos adaptar el Método Montessori en casa. ¿Os animáis a seguir leyendo? ¡Vamos a ello!
Hoy venimos a hablaros del famoso y conocido método Montessori pero esta vez, nos aproximamos a este desde otra perspectiva. Muchos habréis oído hablar de las escuelas Montessori, de su metodología, del papel del maestro en el aula, … pero ¿Es posible educar en base a esta metodología en casa? ¡Veamos las posibilidades!
El método Montessori, más de actualidad que nunca
Aunque el origen de este método lo encontramos hace más de 100 años, lo cierto es que hoy en día está en boca de todos y es que, el método Montessori es una de las pedagogías activas que más ha perdurado a lo largo de los años.
Es fácil encontrar noticias hablando de sus beneficios y de su manera de concebir al niño o de cómo tres de las personas más influyentes del mundo estudiaron en escuelas Montessori. Puede que, por esta razón, este método ha ido llamando, poco a poco, la atención de muchas familias que se plantean una educación diferente en casa.
Algunas ideas básicas para educar en base al método Montessori
Si bien se ha hablado mucho sobre este método, veamos algunas de las ideas y pilares fundamentales sobre los que se sustenta y que hay que tener en cuenta si queremos llevar a cabo el método Montessori en casa:
El niño o la niña como ser independiente y capaz
Una de las premisas más importantes del método Montessori es la confianza que el adulto tiene en las capacidades de los pequeños. Creer en ellos les ayuda a desarrollar su autoestima y la confianza en uno mismo de manera que sean capaces de alcanzar todo su potencial.
Promover su autonomía
Muy ligado al punto anterior está el hecho de dejarles hacer. El ritmo frenético que llevamos en nuestro día a día hace que demasiadas veces, los adultos solucionemos tareas que los niños y niñas podrían hacer de manera autónoma. Debemos dejar hacer a los pequeños todas aquellas actividades para las que estén preparados y permitir también que se equivoquen.
La importancia de los espacios
Los espacios deben estar preparados para el niño o la niña, para que se sientan acogidos, estén a gusto y relajados. La estética es importante como lo es también el acceso que los pequeños tienen a los materiales. Poner las cosas a su alcance o facilitar su acceso a determinados elementos, favorece su autonomía y desarrollo.
Dejarles elegir
Dentro de las posibilidades, debemos dar a los niños y niñas oportunidades para elegir por ellos mismos en base a sus gustos, necesidades, experiencias, … Esto favorecerá que se conozcan mejor a ellos mismos y aumentará su motivación. ¡Atención, con llevar esto al extremo! No podemos olvidar que el adulto somos nosotros.
Orden y disciplina
El hecho de dar libertad y autonomía a los niños y niñas no significa que en casa no haya normas u organización. Hay que enseñarles a mantener los espacios ordenados y que todas las cosas tienen su lugar. Al final, un entorno ordenado favorece a tener una mente ordenada.
¿Cómo adaptar tu hogar al método Montessori?
Como hemos comentado, el espacio adquiere mucha importancia en este método ya que tiene que facilitar la participación de los niños y niñas de manera autónoma. Por lo tanto, algunos de los cambios que debemos hacer empiezan por nuestro hogar. Hoy en día disponemos de muchísimo mobiliario adaptado para los más pequeños; las camas Montessori, las torres de aprendizaje, las librerías infantiles, … son algunos de los elementos más conocidos. Cambiando el entorno cambiamos la manera como el niño se relaciona con él.
Buscaremos crear espacios amplios con materiales naturales y colores neutros. Todo debe tener su lugar, promoviendo, así, que los pequeños desarrollen el hábito de recoger. En su habitación, el mobiliario debería estar completamente adaptado a su altura y capacidades, ayudándole a interactuar con él.
En el resto de la casa, procuraremos también que pueda participar en diferentes actividades y que la medida de los utensilios no sea un impedimento. De esta manera, introduciendo pequeños cambios en el ambiente ayudamos a su desarrollo, crecimiento personal y autonomía.
El otro gran cambio que tendremos que llevar a cabo está en la mentalidad del adulto. Tenemos que transformar la concepción que tenemos del niño, confiar en sus capacidades y darle voz, a la vez que le orientamos y acompañamos en el proceso de aprendizaje y desarrollo.
A medida que demos a los pequeños la posibilidad de participar en actividades diversas, nos daremos cuenta de lo capaces que son y de la gran cantidad de habilidades que pueden dominar a edades tempranas.
Entonces, educar en base al método Montessori en casa, ¿es posible?
No solo es posible, sino que a medida que damos responsabilidades a los pequeños y confiamos en sus capacidades, veremos cómo reaccionan positivamente a esta nueva manera de hacer.
Si les damos más posibilidades de interactuar con el entorno en actividades que les supongan un reto, les estamos ofreciendo un gran número de espacios de aprendizaje diferentes y diversos que les ayudan a ganar autonomía, aumentar su autoestima y desarrollar múltiples habilidades. ¡No os lo penséis más y animaros a probar!
Texto escrito por Bea Pérez del blog Mi habitación Montessori
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