¡Muy buenas, grupo! 🙂 ¿Cómo lo estáis llevando? ¡Espero que lo mejor posible! Muchos educadores infantiles me habéis preguntado cómo integrar el Método Montessori en un aula de infantil. Pues bien, aunque no soy una experta, he estado leyendo un montón sobre el tema y consultando a guías montessori para poder recoger unos consejos básicos para poder aplicar el método en vuestras aulas. ¿Os animáis a seguir leyendo?
Si no conocéis muy bien el Método Montessori, tengo una sección en el blog súper chula en el blog. Así que si os interesa, os dejo este enlace para que entréis en materia. Y ahora sí que sí… ¡vamos a por esos consejos!
#1 Formación para los educadores infantiles interesados
Desde mi punto de vista esto es uno de los puntos más importantes. Si queréis empezar a integrar el Método Montessori en vuestras aulas tenéis que formaros adecuadamente. Hay cursos y másteres homologados a los que podéis acceder. Sin embargo, probablemente esta formación la debáis pagar vosotros. Siempre podéis hablar con la dirección de la escuela para ver si os puede ayudar. En este enlace podéis consultar los cursos sobre Montessori.
#2 Presupuesto para integrar el Método Montessori en el aula
Creo que os lo podéis imaginar, pero para tener un aula montessori (aunque sea básica en un principio) hay que tener un presupuesto un tanto elevado para comprar los materiales y el mobiliario correcto, que desgraciadamente, no es nada barato (aunque sí de muy buena calidad). No os aventuréis a comprar cosas sin más.
#3 Cambiar el chip de la enseñanza tradicional
¿Qué quiero decir con esto? El Método Montessori se aleja de la escuela tradicional. El método tradicional se basa (en muchas ocasiones) en la transmisión de conocimientos, actividades guiadas por los educadores, programaciones didácticas y en el niño como simple receptor de esos conocimientos. De esta manera, con el Método Montessori los educadores desarrollan el rol de acompañantes y guías de los niños.
#4 Niños activos y protagonistas del aprendizaje
Como os comentaba en el anterior punto, en el Método Montessori los niños son protagonistas y constructores de su propio aprendizaje. Aprenden desde la experiencia, el interés y desde el descubrimiento. Así, los peques pasan a ser activos en su día a día dentro de la escuela. De esta manera, se respeta siempre el ritmo natural de aprendizaje de todos los niños sin presionarles ni agobiarles en ningún momento.
#5 Aclimatar y preparar un aula Montessori
El espacio y el ambiente del aula es muy muy importante para integrar el método. Las aulas Montessori son amplias, luminosas, ordenadas y evitando siempre la sobreestimulación. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que no se recomienda tener una clase cargada de pancartas, dibujos y murales. Hay que intentar conseguir un ambiente más cálido y seguro para los niños.
También tenéis que adaptar el aula para los peques. Todos los materiales que ellos puedan utilizar para su aprendizaje y para su interés deben estar a su alcance. De esta manera, estaréis fomentando muchísimo su autonomía, iniciativa y el aprender haciendo. Otro aspecto muy importante es que las aulas Montessori se dividen en áreas (un concepto bastante parecido a los rincones):
- Área de vida práctica: el área de la vida práctica es muy importante. Aquí se llevan a cabo actividades de la vida diaria que los peques pueden desarrollar: quitarse y ponerse los zapatos, ponerse el abrigo, quitarse el gorro o la bufanda. El objetivo no es que los niños hagan estos ejercicios perfectos, si no favorecer su autonomía, organización e independencia.
- Área sensorial: el Método Montessori da especial importancia a las actividades sensoriales. A través de experiencias sensitivas los niños pueden aprender y descubrir cosas nuevas por sí mismos. De esta manera, las actividades para tocar diferentes texturas y materiales, oler diferentes aromas, preparar una comida sencilla o cuidar de las plantas tienen que estar presentes en el día a día.
- Área de matemáticas: ¿sabéis que los niños desarrollan las matemáticas en su día a día? Ellos observan, ordenan, clasifican y miden como rutina. En las aulas montessori debe haber materiales que favorezcan estas habilidades. Los peques se pueden equivocar, pero también se tiene que dar la oportunidad de que sean ellos los que vuelvan a intentarlo y resuelvan sus problemas. Yo os recomendaría juegos educativos de números táctiles y juegos de clasificación y apilamiento.
- Área de lenguaje: aquí los guías y asistentes montessori tienen un papel muy importante. Tienen que animar y motivar sin presiones ni agobios a que los peques se expresen sin miedo. Deben demostrarles que están en un ambiente seguro y tranquilo. Así, los niños aprenderán mediante tarjetas con ilustraciones, figuras geométricas, obras de teatro o cuentos vocabulario nuevo para asimilarlo y comprenderlo.
- Área de cultura: aquí podríamos hablar de música, arte, ciencia, zoología, geografía, botánica… pero hay que tener especial cuidado con esta área. Hay muchas personas que creen que es la más divertida para los peques, pero en realidad hay que tener muy en cuenta el ritmo natural, el interés y la curiosidad de los niños en cada momento. Bajo ningún concepto hay que adelantar aprendizajes.
#6 Alejarse de los premios y de los castigos
Los castigos implican que los niños obedezcan y aprendan las cosas por sumisión, miedo o rechazo. Tampoco tiene ningún sentido incentivar el aprendizaje de los peques con premios materiales. Lo que busca el Método Montessori es que los niños aprendan y descubran por placer, gusto e iniciativa propia. De esta manera, se estaría dando un proceso de enseñanza-aprendizaje adecuado y correcto.
¿Qué os han parecido los consejos básicos para integrar el Método Montessori en un aula de infantil tradicional? Si sois educadores y ya lo habéis hecho, me encantará saber cómo os fue en el proceso y vuestros resultados.
¡Nos vemos en la próxima entrada!