¡Hola, grupo! ¿Cómo lo estáis llevando? ¡Espero que estupendamente! Hoy os comparto mi opinión personal sobre algunas (cada vez más habituales) ofertas para trabajar en escuelas infantiles. ¿Os animáis a leer el post entero? ¡Vamos a ello!
Os pongo en contexto: el otro día vi por redes sociales que una educadora infantil compartía una oferta de empleo en su perfil. Ella decía que no entendía nada de la oferta, y cuando la leí comprendí a lo que se refería. La escuela infantil en cuestión exigía a los que querían optar por el puesto nivel C1 de inglés, cuatro años de experiencia y un montón de formación complementaria sobre pedagogías alternativas, educación emocional…
Las escuelas infantiles son libres de elaborar las ofertas que quieran, pero…
¿Pero no son unos requisitos algo exagerados? No nos olvidemos de que estamos hablando de trabajar en la etapa de 0-3 años. ¿De verdad se necesita el nivel C1 de inglés para trabajar con ese rango de edades? Por otra parte, la formación complementaria sobre Montessori, Waldorf o Educación Emocional no es precisamente asequible para muchos bolsillos. ¿Qué hay de la gente que no puede tener acceso a ello?
Obviamente, cada centro educativo puede pedir/exigir lo que crea conveniente en sus ofertas de empleo, pero con esos requisitos creo que están alejando a muchísimos educadores infantiles de corazón que están deseando tener una oportunidad por fin. Además, no sé cómo lo veis vosotros, pero yo creo que los títulos académicos no aseguran que una persona sea un buen profesional.
Artículo recomendado: Diversidad e inclusión en educación infantil.
¿El nivel C1 de inglés es necesario para trabajar en 0-3 años?
A ver, si la oferta de empleo es para trabajar en otro país lo vería un poquito más lógico, pero… ¿aquí en España? Parece ser que no estamos olvidando de lo más importante: que la educación infantil es una etapa de acompañamiento, de descubrimiento y de experimentación para los peques. Los niños de estas edades que asisten a las escuelas infantiles están aprendiendo a convivir con los demás, a expresarse y a conocerse así mismos.
Acompañamiento, descubrimiento, experimentación, convivencia, expresión y autoconocimiento. ¿Es preferible que los educadores infantiles tengan habilidades suficientes para trabajar esos conceptos con los peques o que posean el título de C1 de inglés? Bajo mi punto de vista creo que se debería volver a la esencia de la educación infantil, y no luchar contra viento y marea por convertir la etapa en una preprimaria.
¿Cuántos más títulos tengas, mejor profesional eres?
Comparto la idea de que el requisito mínimo para trabajar en escuelas infantiles sea el TSEI o el Grado de Educación Infantil, pero siempre he estado convencida de que tener esos estudios no significa en absoluto que vayas a ser un genial educador infantil o maestro. No me entendáis mal, por supuesto que tener una base teórica es increíblemente importante, pero en la práctica se aplica la pasión, la emoción y el amor por la infancia.
La formación complementaria está súper bien. Vamos, todo lo que sea aprender cosas nuevas y ampliar conocimientos sobre la infancia es estupendo, pero… ¿debería ser lo máximo a valorar? Dejadme que os ponga dos ejemplos para que me entendáis mejor:
A) Una persona tiene el nivel C1 de inglés, el título de Grado de Educación Infantil (en el que ha obtenido muy buenas notas), y un montón de formación complementaria relacionada con la infancia. Podríamos decir que conoce muy bien la base teórica. Pero en su primer día de trabajo no tiene las habilidades necesarias para trabajar con peques de 0-3 años.
B) Otra persona tiene el TSEI, pero no tiene todavía una certificación alta en inglés y únicamente ha realizado un curso sobre Montessori. La escuela infantil le da una oportunidad, y descubren en su primer día de trabajo que esa persona siente una pasión y un amor por la infancia increíbles. Que da la mejor versión de sí misma y que se implica un montón con los peques.
Las escuelas infantiles pueden exigir los requisitos que quieran, faltaría más, pero creo que no deberían cerrar la puerta a los educadores infantiles que no llegan a alcanzar sus altos estándares, porque no nos engañemos: son requisitos algo exagerados y poco ajustados con la esencia de la educación infantil.
En fin, como siempre todo esto es mi opinión personal, pero ojalá que no perdamos nunca la base de la educación infantil y lo que significa realmente. ¿Qué pensáis vosotros al respecto? ¡Me encantaría saber lo que pensáis! Y como siempre… ¡nos leemos en la próxima entrada!
Artículo recomendado: El cesto de los tesoros, ¿qué pasos seguir para llevarlo a cabo?