Estoy convencida de que toda la sociedad podría apoyar muchísimo más con los educadores infantiles. Sin embargo, sigo escuchando (y no pocas veces) que es una profesión que cualquiera podría desempeñar. Que nadie debería cobrar por estar tirado en el suelo con los niños pintando toda la mañana. Y que ganar dinero por cambiar pañales y quitar mocos es algo absurdo (sí he llegado a leer tal cosa).
Lo cierto es que no comprendo muy bien el por qué de estos comentarios tan ofensivos e hirientes hacia los educadores infantiles. No entiendo por qué cómo la educación infantil como etapa es de las más olvidadas del sistema educativo. No me entra en la cabeza por qué hay mucha gente que está convencida de que los educadores infantiles son niñeros sin ningún tipo de formación en el ámbito educativo.
Con mi experiencia en educación infantil os voy a hablar de algunos mitos que piensan muchas personas acerca de los educadores infantiles y que no son ciertos. Aprovecho a pedir colaboración, apoyo, sensibilidad y empatía hacia estos profesionales. Da igual que no trabajéis en esta etapa o que no os dediquéis a la enseñanza. Seguro que tenéis hijos, primos o sobrinos que sí acuden a centros de educación infantil y queréis lo mejor para ellos.
Es que los educadores infantiles solo se dedican a pintar con los niños toda la mañana
El primer mito que dicen de los educadores infantiles es que no hacen prácticamente nada. Muchas personas piensan que estos profesionales se tiran a la bartola a pintar con los niños toda la mañana y que no hacen nada más. Es cierto que yo me he tirado al suelo con los peques a pintar murales pero no es ni mucho menos, lo único que he hecho en el día. No sé por qué hay gente (y no poca) que piensa eso.
Los educadores infantiles tienen muchísimas funciones importantes con la infancia. Entre ellas, está despertar la creatividad y la imaginación de los niños. Así que no es nada malo pintar o dibujar con los niños. Pero también crean ambientes seguros y cómodos para que los peques puedan ser ellos mismos sin tener miedo, crean actividades geniales para que los niños aprendan cosas nuevas y velan todos los días por su bienestar general.
Es que los educadores infantiles cobran muchísimo dinero para lo poco que hacen…
¡Este mito acerca de los educadores infantiles es increíble! Precisamente, los profesionales educativos que trabajan en etapas infantiles son los que menos reconocimiento económico tienen. A todos los que nos importa la educación infantil, estamos luchando por un salario justo adaptado a todas las responsabilidades que tienen que afrontar los educadores infantiles en su día a día.
Hay gente que no se cree que los educadores infantiles tengan responsabilidades. Están convencidos de que para ellos todos los días son fiestas y que no dan palo al agua. Obviamente, es una enorme mentira más. Los educadores infantiles trabajan con una de las partes más sensibles y vulnerables de la sociedad: los niños. ¿Acaso no es suficiente responsabilidad?
El estrés y la ansiedad para los educadores no existe
A mí me han llegado a decir lo siguiente: ¿pero cómo puedes estar estresada si trabajas con niños? Te estás quejando por vicio. Tu profesión mola un montón y tiene cero estrés. De esa frase estoy de acuerdo con una sola cosa: es cierto que ser educadora infantil mola muchísimo. Pero de ahí a que la profesión no sea estresante o no pueda generar ansiedad hay un trecho bastante largo.
Me gustaría ver a cualquier persona que afirma que ser educador infantil es fácil, estar en un aula con más de veinte niños sin ningún tipo de ayuda. Lo mismo, si es capaz de vivir la experiencia cambia su perspectiva y opinión sobre el trabajo de los educadores infantiles. Sí, es una profesión muy gratificante y llena de amor pero también con unos niveles de estrés y ansiedad bastante altos.
Los educadores no tienen que estudiar nada para trabajar en una guardería
Seguramente los que sois educadores infantiles os chirría el término guardería pero es que así es este comentario en cuestión. Voy a desmentir este mito rapidísimo: por supuesto que los educadores infantiles tienen que estudiar. Mínimo dos años para hacer un ciclo formativo de grado superior de educación infantil. Además, estoy convencida de que la mayoría de profesionales de esta etapa no han dejado de hacer cursos y formación complementaria.
Así que sí, los educadores infantiles han tenido sus clases teóricas, prácticas, exámenes y han sido evaluados por profesionales educativos del sector para llegar a trabajar en una escuela infantil. Es increíble que haya gente que piense de verdad que los educadores infantiles no están formados ni cualificados para trabajar en la enseñanza pero desgraciadamente es así.
¡Pero si hasta yo puedo trabajar en una guardería y hacer lo mismo que tú!
No sé por qué extraña razón la gente cree que para ser educador infantil vale cualquiera y que lo único que hace falta para desempeñar el trabajo es que te gusten los niños. ¡Pero si lo que haces es lo más fácil del mundo! ¡Cualquiera podría hacerlo! Ni siquiera comprendo cómo os pueden pagar ese dineral por limpiar mocos y cambiar pañales, yo me cambio por ti cuando quieras.
Me da igual la etapa que elijan: 0-1, 1-2 o 2-3, pero me gustaría decir algo: invito a todas las personas que afirman que ser educador infantil es lo más sencillo del mundo a entrar tan solo media hora en un aula. Quizás después de estos minutos haciendo lo mismo que los educadores infantiles vean las cosas de una manera distinta. No todas las personas están preparadas para ser educadores infantiles. Del mismo modo, que no todas las personas están preparadas para ser médicos, enfermeros, mecánicos o peluqueros.
Como estas frases, hay muchísimas más e igual de hirientes. Para terminar el post, me gustaría mucho que alzarais la voz por los educadores infantiles. Que os pusierais en su lugar para comprender cómo se sienten y la labor tan necesaria que hacen. Entre todos, estoy segura que podemos apoyar, empatizar y sensibilizar más con estos profesionales de la educación que tan infravalorados están.