¡Hola, grupo! ¿Cómo lo estáis llevando? ¡Espero que genial! Desde hace algún tiempo he notado que en los grupos de educación infantil que sigo en redes se repite una pregunta: ¿cómo ayudar a un peque que presenta mucha ira, rabia e irritabilidad en el aula todos los días? Así que me dispuse a investigar y a leer sobre los niños oposicionistas para escribir un post sencillo contrastado con las palabras de psicólogos y psicólogas expertos en este tema.
IMPORTANTE: que un niño se porte mal o tenga una rabieta en un momento concreto no quiere decir que tenga el trastorno oposicionista desafiante. Etiquetar a los peques de manera superficial por no obedecer a la primera sin saber el contexto puede ser muy perjudicial para su desarrollo íntegro. Dicho esto… ¡vamos a aprender más sobre el trastorno oposicionista en la infancia!
¿Qué es el trastorno oposicionista desafiante?
Los psicólogos y psicólogas online de Buencoco lo definen de la siguiente manera: el trastorno oposicionista desafiante se clasifica dentro de los trastornos del comportamiento disruptivo del control de los impulsos y de la conducta. ¿Esto qué quiere decir? Que está dentro de aquellos trastornos que describen dificultades conductuales o emocionales. Además, se caracteriza por oponerse a normas y figuras de autoridad (ya sea en casa, en la escuela infantil o en el cole).
Los expertos creen importante hacer una diferencia entre el trastorno conductual y el trastorno oposicionista desafiante. El primero se puede manifestar con conductas agresivas hacia las personas (peleas, insultos…) o animales. En el segundo, la conducta de oposición no es tan grave (habitualmente no llega a darse ninguna agresión), pero existen problemas en la regulación y gestión de las emociones.
Causas del trastorno oposicionista desafiante
Según los expertos, no podemos hablar de una única causa que explique el trastorno oposicionista desafiante, pero lo que sí se puede hacer es identificar los diferentes y posibles factores de riesgo. ¡Vamos a saber más sobre esos factores de riesgo para poder identificarlos!
- Gestión emocional: un niño que tiene dificultades para regular, gestionar y expresar sus propias emociones puede tener una reacción fuerte ante determinadas situaciones y poca tolerancia a la frustración.
- Condiciones familiares negativas: falta de atención, peleas entre los progenitores, estilos educativos confusos y contradictorios, crianza demasiado rígida, violencia…
- Condiciones familiares excesivamente permisivas: padres y madres que nunca han puesto ningún límite ni normas a sus hijos.
- Entorno problemático: los niños aprenden muchísimas cosas al observar a sus iguales. Puede que hayan observado algún comportamiento de ira a otro niño y ellos actúen de la misma manera.
El trastorno oposicionista desafiante puede desembocar en distintas complicaciones futuras si no se trata correctamente. Algunas de estas complicaciones son:
- Bajo desempeño escolar, y en un futuro laboral.
- Conducta antisocial
- Dificultades para gestionar los impulsos.
¿Qué síntomas presentan los niños oposicionistas?
Recordad lo que os he dicho al principio del post: no todos los niños que se portan mal en un momento determinado tienen este trastorno. Por eso es importante identificar y analizar el contexto de los niños. Aclarado esto, ¿qué síntomas pueden presentar los niños oposicionistas? ¡Vamos a verlos!
- Los niños oposicionistas suelen perder la paciencia muy fácilmente y con frecuencia.
- Habitualmente están irritados y expresan emociones como la ira y la rabia.
- A menudo, discuten con los adultos que tienen autoridad y tienen dificultades para llevar a cabo una petición sencilla.
- Cuando están alterados pueden llegar a decir cosas hirientes.
- Los niños oposicionistas pueden llegar a desafiar a otros niños y a los educadores dentro del aula.
- Suelen irritar a otros niños para hacerles enfadar o llorar y culparlos a ellos por la situación.
El trastorno oposicionista desafiante puede tener diferentes niveles de gravedad:
- Leve: los síntomas se presentan sólo en un entorno (ya sea en el hogar, la escuela, en el parque…).
- Moderado: algunos síntomas se dan en al menos dos entornos.
- Grave: los síntomas se presentan en tres o más entornos.
Estrategias para abordar el trastorno oposicionista en la escuela
El centro educativo y sus profesionales pueden desarrollar un plan de ayuda que incluyan los siguientes objetivos para abordar el trastorno oposicionista desafiante:
Establecer una relación positiva
Es importante establecer una relación positiva con el estudiante. Los niños oposicionistas a menudo se sienten frustrados, inseguros y desconectados. Una relación positiva puede ayudar a reducir estos sentimientos negativos y a fomentar un ambiente de colaboración en el aula.
Favorecer límites claros
Es fundamental establecer límites claros y consistentes. Los límites pueden incluir reglas claras sobre el comportamiento en el aula y consecuencias claras si se violan las reglas.
Utilizar el refuerzo positivo
El refuerzo positivo puede ser efectivo para fomentar el comportamiento apropiado en los niños. Reconocer y recompensar el comportamiento positivo puede aumentar la probabilidad de que se repita.
Proporcionar un ambiente estructurado
Proporcionar un ambiente estructurado y predecible en el aula puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad de los niños. Esto puede incluir horarios claros, rutinas establecidas y señales visuales para indicar las transiciones.
Fomentar la resolución de problemas
Fomentar la resolución de problemas puede ser una estrategia efectiva para ayudar a los niños a gestionar sus emociones y comportamientos. Esto puede incluir ayudar a los niños a identificar sus emociones, enseñarles habilidades de resolución de problemas y fomentar la toma de decisiones saludables.
Favorecer un entorno acogedor para la expresión de emociones
El aula debe ser un espacio acogedor y abierto en el que los niños puedan expresar sus emociones sin miedo. De esta manera, los educadores y maestros pueden preguntar a los niños qué fue lo que desató la ira, el enfado o la rabia y trabajar en ello mediante la empatía y la sensibilidad.
Contar con la colaboración de un psicólogo
Es muy recomendable que el centro educativo cuente con un psicólogo experto en el tema para abordar correctamente la situación. Con la ayuda de un profesional en el ámbito, los educadores y maestros pueden estar mejor preparados e informados para ayudar a los niños que presentan este trastorno.
Trabajar en colaboración con las familias
Es importante trabajar en colaboración con los padres de los niños que presenten este trastorno. Los padres pueden proporcionar información importante sobre el comportamiento del estudiante en el hogar y pueden ser socios valiosos en el abordaje del trastorno en la escuela.
¡Y hasta aquí el post de hoy! ¿Qué os ha parecido el tema? ¿Conocíais algo sobre el trastorno oposicionista desafiante? ¡Os leo en los comentarios y por las redes sociales! Y por supuesto… ¡Nos leemos en el próximo post!
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