Hace unos días, leí un artículo que me llamó muchísimo la atención. Se trataba de una diseñadora gráfica que se cogía unos días en el trabajo para cuidar su salud mental. Su jefe (lejos de enfadarse), le apoyó en todo momento y confirmó la importancia de la salud mental. Si entramos en el ámbito educativo, ¿podemos decir que la salud mental y emocional de los docentes es importante?
Desgraciadamente, la respuesta a esa pregunta es negativa
La salud mental y emocional de los docentes no se tiene en cuenta. O no al menos cómo nos gustaría. Por ejemplo, ¿acaso sabe la mayoría el estrés que provoca estar en un aula con más de veinte estudiantes? Es verdad que yo tampoco trabajo en las aulas, pero, tengo a muchos conocidos que sí lo hacen y afirman que es agotador.
Estamos hablando de que en muchas aulas de colegios e institutos españoles solo trabaja un maestro o profesor por clase sin ningún tipo de ayuda. Eso no sería un problema si en todos los centros se respetara la ratio de alumnos. Pero ya sabemos todos que eso es un caso perdido. Es entonces cuando se sienten desorientados, desmotivados y con malestar.
Docentes estresados, cansados y con poca autoestima
Hace unas semanas escuché la siguiente frase: “es que los profesores no os podéis estresar. Tenéis el trabajo más fácil del mundo”. Está claro que la persona que diga eso no tiene ni idea del ámbito educativo en España. Expresar que ser maestro en este país es sencillo es equivocarse al cien por cien. Sí, los docentes sí que se pueden estresar. Sí se pueden sentir cansados. Y sí, su autoestima puede verse dañada.
Ser profesor no significa únicamente dar clase y largarse (que no digo que no haya docentes así). Ser profesor significa implicarse con la educación. Y eso, a veces, trae situaciones complicadas y difíciles de gestionar. Por ejemplo, ¿creéis que todos los estudiantes quieren aprender por voluntad propia? Os digo yo que no. ¿Y creéis que todos los padres son lo mejor de lo mejor? Está claro que no.
Estudiantes que no quieren aprender y familias que no saben comunicarse
Cómo decía antes, no todos los estudiantes quieren aprender por sí solos. Y no todas las familias son estupendas y comprensivas. Hay alumnos que hacen el día a día de los docentes bastante complicado. Y a pesar de los esfuerzos de los profesores de corazón, hay estudiantes que no tienen motivación ni iniciativa por aprender.
Quizás, algunos de vosotros me diga que es culpa del profesor por no cambiar la metodología. Pero creedme, tengo amigos que el curso pasado lo han intentado todo para incentivar el aprendizaje activo de los alumnos con pobres resultados. ¿Y qué pasa cuándo nada funciona? Pues que la salud mental y emocional de los docentes se ve afectada de forma negativa.
Si hablamos de las familias, os puedo asegurar que los docentes tienen que tratar con padres poco comprensivos, inflexibles y que no llevan muy bien eso de trabajar en equipo. Padre que en vez de comunicarse con educación y tranquilidad, acusan, critican y ofenden. Puede que muchos de vosotros digáis “pues que pasen de esos comentarios”, pero no es tan sencillo pasar. Y menos si no tienes las técnicas adecuadas.
De esta manera, aparece el estrés, el agobio, el cansancio, la baja autoestima y la escasa confianza en sí mismos. Empiezan a cuestionar su valía, sus habilidades y sus capacidades. Y eso da pie a que el clima escolar empeore y se llene de tensión. Algunos pueden llegar a adoptar una actitud negativa con los alumnos y con sus compañeros de trabajo. Así pues, la salud mental y emocional de los docentes iría disminuyendo hasta caer en picado.
Cuidando la salud mental y emocional de los docentes
En la carrera de magisterio no se enseña a los futuros docentes a gestionar y comprender sus emociones. Hay muy pocos másteres en los que se estudie la educación emocional, las habilidades sociales y comunicativas con las familias de los niños. Por eso algunos maestros y profesores se ven desbordados, perdidos y confusos al no saber qué hacer con algunas situaciones.
Es tremendamente recomendable visitar a un especialista en psicología y coaching personal para que sirva de guía a los educadores. Ellos pueden enseñarles técnicas para gestionar las emociones, para favorecer su inteligencia emocional, para controlar la ansiedad en situaciones límites… Y sobre todo, van a sentirse escuchados por una persona que no va a juzgar sus sentimientos.
El estrés, la ansiedad, el agobio, una baja autoestima y una escasa gestión de las emociones puede derivar a una depresión sin dudarlo. Así que sí, la salud mental y emocional de los docentes es muy importante y se tendría que tener más en cuenta. Si estáis leyendo este post, sois educadores y os habéis sentido así el curso pasado, por favor, no lo dejéis pasar más.
Os animo a visitar mi página de Facebook