
Fracaso escolar: un problema que va más allá de no querer estudiar
En muchas ocasiones se cree que el fracaso escolar está vinculado a los profesores y a los maestros. Se cree que éstos no son demasiado buenos y que no están lo suficientemente motivados para que se de un correcto proceso de enseñanza aprendizaje. También se cree que muchas veces es problema del centro, que no tiene los suficientes recursos para llevar a cabo un programa para tratar el fracaso escolar.
Contenido
- 1 El fracaso escolar no es siempre culpa de los estudiantes
- 2 Sí, un docente negativo puede favorecer el fracaso escolar pero también los padres
- 3 El fracaso escolar va mucho más allá de no querer estudiar
- 4 4 consejos sencillos que podrían evitar situaciones de fracaso escolar
- 5 Es importante saber escuchar y comprender a los estudiantes
El fracaso escolar no es siempre culpa de los estudiantes
Y en demasiadas ocasiones, se cree que el fracaso escolar es por culpa de los alumnos, que no quieren estudiar, que no les gusta las clases o que algunos están en esa edad “en la que pasan de todo” y no se les puede decir nada. Lo cierto es que culpar al personal docente, culpar a los centros y culpar a los estudiantes es un poco sinsentido.
Hay profesores y maestros que están muy motivados y desempeñan adecuadamente su trabajo. Sin embargo, sigue habiendo altas tasas de fracaso escolar. Y en el caso de los alumnos que suspenden, que no se interesan por los estudios, deberíamos mirar más allá de la típica frase “no quiere estudiar”.
Deberíamos preguntarnos: ¿por qué no quiere estudiar? ¿por qué está poco motivado? ¿tiene algún problema en clase? ¿quizás con su familia? ¿está preocupado por algo y por eso no se concentra? ¿podría tener alguna dificultad de aprendizaje? ¿o altas capacidades? En ocasiones, estas preguntas no tienen ni la menor relevancia y es más fácil juzgar y decir: “pues no le da la gana estudiar” o “su profesor no es demasiado bueno”.
Sí, un docente negativo puede favorecer el fracaso escolar pero también los padres
En este apartado se puede hablar del centro educativo. ¿Cómo tratan los profesores a los alumnos? ¿cómo se tratan los estudiantes entre ellos? Es de sobra conocido que el fracaso escolar también puede ser provocado por el acoso entre alumnos, por el rechazo, por la discriminación y por poca solidaridad entre compañeros. Que un estudiante no se sienta cómodo en un aula y con el entorno en clase, es algo muy importante que habría que tratar.
Desgraciadamente, tenemos que hablar de esos maestros que están en las aulas sin tener ningún tipo de vocación y que no disfrutan de lo que hacen. Profesores que entran por la puerta y que se sientan en sus sillas sin hacer nada más en su jornada de trabajo.
Realmente, estos docentes (que no se merecen serlo), no creo que sepan todo el daño que están haciendo a los estudiantes. Les están quitando sus ganas de aprender, de ilusionarse, de descubrir y de experimentar. Y esto, podría saber una causa válida de un índice increíblemente alto de fracaso escolar.
También, se podría hablar de los problemas en casa. Que los padres de un alumno en concreto sea demasiado autoritarios o quizás demasiado permisivos. Que se den multitud de carencias afectivas. O que el estudiante esté tan agobiado con actividades extraescolares y deberes. Puede que se angustie al pensar en el colegio y en las asignaturas.
El fracaso escolar va mucho más allá de no querer estudiar
Como leéis, el fracaso escolar va mucho más allá de no querer estudiar y del comportamiento de los maestros y profesores en aula. Puede haber muchas causas que provoquen en el alumno un desinterés habitual por los estudios.
Y ese desinterés, habría que analizarlo, ver de dónde viene, las causas y ponerse de acuerdo la comunidad educativa para aportar las mejores soluciones para el estudiante y sus familias. ¿Se podría decir algo a los alumnos para que mantuvieran una motivación e interés equilibrados en clase? A ver qué os parecen estos sencillos consejos que valen para que padres y personal docente lo apliquen tanto en casa como en las aulas.
4 consejos sencillos que podrían evitar situaciones de fracaso escolar
-Hay que crear consciencia de lo que los éxitos vienen y van. Que unas veces puede que se apruebe un examen y otras suspenderlo. Pero que no por eso se es mejor o peor estudiante ni persona. Hay que querer a los estudiantes por cómo son no por las calificaciones que vayan obteniendo a lo largo del curso.
-Las comparaciones no son buenas: muchas veces, los padres suelen decir eso de: ¡tu hermano sacaba mejores notas que tú! o “A Roberto no le ha quedado ninguna en este trimestre”. Esos comentarios a pequeños y a los no tan pequeños les duele. Al oír eso de sus padres se crea en ellos un círculo de inseguridad, de culpabilidad y de inutilidad bastante grande. Por no hablar del bajón de su autoestima. Cada niño y adolescente es un mundo, es diferente. Y no por eso hay que juzgarles ni compararles con nadie más.
-Dar importancia al juego y al ocio: en los más pequeños el juego es muy importante para su total desarrollo. Es relevante para que esté más concentrado en las tareas académicas. Dar tiempo a los niños para que hagan lo que quieran y se diviertan a su modo es algo muy beneficioso para ellos. En cuanto a los adolescentes, hay que darles el espacio que piden. Hay que dejarles practicar sus aficiones y comprender que en algunas ocasiones necesitan desconectar para poder concentrarse mejor.
-La motivación es muy importante: ellos valoran muchísimo todo lo que les dicen sus profesores/maestros y sus padres. Así que los logros que vayan haciendo, por pequeños que sean, sería conveniente que se tengan en cuenta y que se reconozcan.
Es importante saber escuchar y comprender a los estudiantes
Hay que dejar de echar la culpa a los maestros y profesores del fracaso escolar. Hay que dejar de hablar de su descontento y de su desmotivación. Y hay que dejar de echar la culpa a los alumnos a diestro y siniestro. Hay que mirar más allá, abrir los ojos, explorar y analizar las causas. Y sobre todo, no etiquetar al personal docente como “incompetente” y a los alumnos como “vagos”.
Hola Mel. Un tema muy interesante y que, además, me toca de forma muy cercana. Tengo mi visión particular sobre ello, pero lejos del ejemplo que conozco, lo que creo es que cada fracaso es diferente. Es decir, cada niño es un mundo y como tal en unos casos será por un motivo o por otro. Lo que sí que tengo claro, y en esto difiero un poco contigo, no me lo tengas en cuenta jeje, es que si se llega al fracaso escolar es porque no se han puesto las ayudas necesarias y de esto la culpa la tiene la administración, en el caso de los colegios públicos, y el centro, en los privados. ¿Por qué te digo esto? Te lo digo porque la excusa que siempre ponen, en los centros públicos al menos, cuando empiezan los problemas es que “no hay presupuesto para poner ayuda a los niños con dificultades y hasta que no hay fracaso escolar, es decir, hasta que no repiten, no se pone remedio”. Lo de entre comillas son palabras textuales que le dijeron a una mamá del centro de mis hijos. Cierto es que a veces no hace falta llegar a este punto si seguimos algunas pautas como las que marcas. Escuchar y motivar al estudiante creo que es lo que mejor funciona, pero no es fácil. Lo de las comparaciones también estoy de acuerdo, es algo que mina a cualquiera, niño, adolescente o adulto. Pero bueno, como he dicho, cada caso es una historia diferente, lo que yo sí que aconsejaría a los padres es que a la mínima duda sobre sus hijos, que hagan todo lo que esté en su mano para solucionarlo. Que no esperen a que desde los colegios les digan que les pasan algo a sus hijos, que si piensan que ocurre algo, que le intenten poner remedio, sea por el camino que sea. Besos guapa.
Hola Mel!!! A mí lo del fracaso escolar, me queda un poco lejos aún… Porque mi peque es muy peque. Jejeje!!! Pero si es verdad, que me preocupa bastante, no saber encaminarlo o saber ayudarlo. Por los [email protected] de mis amigas, si veo que después de la jornada de estudios, salen del colegio y directamente los llevan, que si a inglés, que si a repaso o a infinidad de actividades extraescolares. Vamos que tienen que acabar exhaustos. Por la parte que me toca, me iré informando de la evolución del peque y de sus puntos fuertes y débiles, para poder ayudarle en lo que pueda, además de no olvidar la parte de diversión, ya que no todo tiene que ser estudiar, (a mí opinión). Bss
Hola Mel,
La verdad es que el tema del fracaso escolar es bastante preocupante, yo creo que se ajuntan varios factores. Y claro que no es solo culpa de los profesores, ni del alumno, ni de los padres…. Todos los factores ayudan y ponen las cosas más difíciles. Creo que el mayor problema reside en la falta de motivación y en como no afrontar el problema.
Totalmente de acuerdo con todo lo que comentas en el post. Es verdad que muchas veces se prejuzga un problema en vez de intentar ayudar al niño/adolescente para que lo supere y poder estar más motivado en el colegio. A veces incluso la culpa es de los padres, siendo educadora me he dado cuenta la cantidad de fallos que cometen los padres que hacen que los niños se comporten de una manera no siempre correcta, y estos, en vez de plantearse la educación que están dando, directamente le echan la culpa a los profesores. Es una pena, pero es así. Espero que en un futuro la cosa cambie. También es verdad que hay profesores nefastos, y todos hemos tenido alguno, que deberían de dejar la docencia. Pero para ello habría que cambiar todo el sistema educativo y eso es ya otro tema…
Un saludo
Menudos temmas me traes!! ay Mel!!! tremendo!
A mi me parece que el fracaso escolar tiene tantas razones como niños diferentes, y por desgracia lo más fácil y lo más normal es culpar a los profesores y no mirarse el ombligo y ver que es lo que ocurre, a veces puede ser lo que comentas desmotivación, no todo el mundo reacciona igual a los estímulos y hay personas que los necesitan más a menudo para progresar.
Otros en cambio se descuelgan de una asignatura y no son capaces de reengancharla, a mi me pasaba y no es por falta de ganas ni porque seas tonto sino que algo se tuerce y hasta que no pasa un tiempo no lo entiendes.
También hay niños perretes que procrastinan y al final acaban por no hacer nada de nada y luego en junio llegan con los chorizos… pero la culpa del fracaso no es sóla del niño, ni de los padres ni de los profes.
A veces es más fácil etiquetar que ayudar.