La inteligencia emocional (término que empezó a difundir Daniel Goleman) es la habilidad que tenemos para reconocer e identificar nuestras propias emociones y también las de los demás. Este concepto debería ser un pilar en el ámbito laboral, educativo y personal. Desgraciadamente, en muchas ocasiones no es así. En el post de hoy vamos a hablar de cómo te puede ayudar la inteligencia emocional si eres educador infantil.
Bastantes veces decimos que la inteligencia emocional para estudiantes (niños, adolescentes y jóvenes) es muy importante. Pero, ¿cómo van a desarrollar este concepto si los adultos desconocen cómo hacerlo? En el caso del ámbito educativo, creo que lo primero sería formar en inteligencia emocional a los educadores, maestros y profesores. De esta manera, los docentes transmitirían esta habilidad a los alumnos.
Beneficios de la inteligencia emocional
¿Te animas a conocer los beneficios que puede tener la inteligencia emocional para tu día a día como educador infantil? ¡Vamos a ello!
Favorece la autoestima y el autoconocimiento
Conocernos a nosotros mismos es algo muy importante. La inteligencia emocional nos ayuda a saber cuáles son nuestros puntos fuertes, nuestras debilidades, las cosas que hacemos bien y las que tenemos que mejorar. De esta manera, como educador infantil tendrás más facilidad para tomar decisiones con confianza o para cambiar algo que no te guste.
Ser capaces de tomar decisiones, conocernos por dentro y tener confianza en nosotros mismos genera una autoestima sana y equilibrada. Así, afrontarás el día con energía, ganas y mostrando la mejor versión de ti mismo a niños, compañeros de trabajo y familias. Recuerda que tener una actitud positiva en la jornada beneficia e influye muchísimo a los peques.
Es clave para mejorar las relaciones con los demás
Como habíamos dicho antes, la inteligencia emocional es la habilidad que nos ayuda a reconocer e identificar nuestras propias emociones y las de los demás. Pero la inteligencia emocional no solo se queda en el reconocimiento y en la identificación si no que también se basa en la expresión de emociones y sentimientos. ¿En qué te beneficia eso como educador infantil? Pues que podrás resolver conflictos diarios de forma hábil y con empatía.
Ser emocionalmente inteligentes significa escuchar y valorar los puntos de vista de los demás sin juzgarlos. De esta manera, la convivencia con tus compañeros y las familias de los peques será respetuosa, efectiva y comunicativa. Juntos podréis afrontar cualquier problema y obstáculo que se presente en el día a día y resolverlo de la mejor manera posible.
Fomenta la empatía, la sensibilidad y la comprensión
Expresar las emociones no significa decir todo lo que pensamos de cualquier manera. Tenemos que ser conscientes de los sentimientos y las emociones de los demás para intentar no herirlos. La inteligencia emocional te puede ayudar a comunicarte de manera empática, sensible y comprensiva. De esta manera, podrás llegar a profundizar en los posibles problemas que tengan los peques, compañeros y familias.
Pero ojo: ser empático, sensible y comprensivo no significa que tengas que aguantar todo lo que te parece mal. Recuerda expresar emociones, pero de manera equilibrada. Así, podrás comentar que estás molesto por algo que ha sucedido sin llegar a tensar conversaciones ni enfados innecesarios que podría dañar la convivencia escolar entre profesionales y familias.
Ayuda a gestionar el estrés y la ansiedad
Los que hemos trabajado en la etapa de infantil sabemos que hay días, situaciones y momentos increíblemente estresantes. Podemos poner de ejemplo las ratios elevadas, la muchísima responsabilidad que conlleva ser educador infantil, el agotamiento mental, emocional y físico… Todo ello puede generar estrés, ansiedad e incluso depresión (sí, depresión).
La inteligencia emocional nos da herramientas y estrategias para evitar o gestionar las situaciones de estrés. Por ejemplo, hay bastantes personas que piensan que el trabajo de los educadores infantiles no sirve para nada. Pero, te lanzo la siguiente pregunta: ¿qué más da lo que piensen los demás? Tú te conoces y sabes lo que vales. Ser emocionalmente inteligentes también significa no dejar que todos los comentarios te afecten.
¡Motivación extra para alcanzar tus metas!
Ya hemos dicho que la inteligencia emocional ayuda a conocernos y a confiar en nosotros mismos. Esa confianza es fundamental para favorecer tu motivación y autoestima. De esta manera, la inteligencia emocional te dará ese empujoncito que necesitas para alcanzar tus metas y objetivos del día a día con ilusión, optimismo y con una actitud positiva.
Favorece el aprendizaje significativo y ayuda a gestionar la frustración
¿Has escuchado alguna vez que de los errores también aprendemos? Pues es verdad. Equivocarnos, tropezar y fallar significa que estamos aprendiendo y que lo intentamos con ganas. Esos errores nos sirven para crecer como personas y avanzar a nivel personal, emocional y profesional. Por eso, es muy importante que no veas tus fallos como un fracaso o una vergüenza.
Gestionar la frustración sin enfadarnos cuando nos equivocamos es algo muy importante. Como profesional de la educación tienes que tener claro que cometer errores no es algo malo. Que tus equivocaciones sean una herramienta para seguir aprendiendo, mejorando en tu profesión y para cambiar los aspectos de tu día a día que no te terminen de convencer.
Cómo desarrollar la inteligencia emocional
Desarrollar la inteligencia emocional es más sencillo de lo que piensas. Te voy a dejar algunas sugerencias para que las tengas en cuenta.
La importancia de tener y escribir un diario
Puede que pienses que escribir un diario es cosa de adolescentes pero no es así. Escribir un diario cada día te puede ayudar a reconocer e identificar tus propias emociones. También favorece la expresión de emociones y puede evitar situaciones de ansiedad y de estrés. Está comprobado que escribir relaja. Además, leyendo tus propios textos te estarás conociendo mejor y ganarás confianza.
Al estar escribiendo te puedes hacer las siguientes preguntas: ¿cómo me he sentido hoy? ¿en qué momento me he sentido estresado? ¿en qué situación me he sentido molesto y qué puedo hacer para evitarlo? De esta manera, reflexionarás sobre tu estado emocional diario y aprenderás nuevas herramientas y estrategias muy útiles para afrontar tus días.
Cursos para desarrollar la inteligencia emocional
Hace unos días cotilleando por Internet descubrí una plataforma que me dio buenísimas impresiones. Su nombre es Crearte Coaching y es una escuela enfocada a la inteligencia emocional, al PNL, al coaching y al mindfulness. Los cursos tienen dos modalidades: online y presencial. Sinceramente, a mí se me fueron los ojos al curso presencial de 90 horas que ofrecen sobre inteligencia emocional acreditado por la Universidad de Alcalá y que tiene una pinta exquisita.
¡La próxima edición de esta formación es en Marzo de 2022! No perdéis nada por echar un vistazo en la plataforma y pedir información, ¿no?
Siempre os digo que la clave del aprendizaje está en una buena formación, y estoy convencida de que los cursos de la plataforma Crearte Coaching merecen muchísimo la pena. Además, el equipo de personas de esta escuela son profesionales y especialistas en su área perfectamente capacitados para la enseñanza de la inteligencia emocional. Vamos, una formación 100% fiable, útil y práctica para el día día impartida por expertos del ámbito con los que el aprendizaje será genial.
¿Crees que escuchas de forma activa?
Posiblemente, la respuesta sea afirmativa. Pero escuchar de forma activa requiere muchísimo más que poner los oídos y dejar que la otra persona hable. Escuchar de forma activa significa prestar el cien por cien de nuestra atención al individuo que intenta comunicarnos con nosotros o contarnos algo. Dedica tiempo a observar el lenguaje no verbal de los demás (su mirada, sus expresiones, sus gestos, su postura…).
Haz la prueba con los peques y con tus compañeros de trabajo: escúchales de manera auténtica. Ya verás cómo mejora considerablemente la convivencia, la relación y la comunicación entre vosotros. IMPORTANTE: para que este pequeño ejercicio sea realmente efectivo, tienes que ponerlo en práctica todos los días. Es decir, no vale eso de aplicarlo un día y luego se deja de lado.
Tiempo para ti mismo y para las aficiones
Es muy importante que cada día tengas un ratito para ti mismo y para hacer lo que te guste. Realizar las actividades que nos apasionan nos ayuda a desconectar, a relajarnos, a crecer como personas y a seguir aprendiendo. De esta manera, afrontarás el día a día con mucha más energía, optimismo y con la mejor versión de ti mismo. ¡Y eso es algo fundamental!
En fin, ¿cómo educador infantil sabías todos los beneficios de la inteligencia emocional? ¡Nos vemos en el próximo post!